15 de julio de 2009
El jardín Secreto
" Todos los siglos, desde que se inició el mundo, se han descubierto maravillas. Así, el siglo pasado se descubrieron cosas más asombrosas que el siglo anterior, y este nuevo siglo saldrán a la luz cosas aún más extraordinarias. Al principio la gente se niega a creer que algo nuevo e inusitado pueda lograrse, luego ven que sí es posible, y cuando ya está hecho todos se preguntan por qué no se hizo hace ya siglos. Una de esas novedades que se empezaron a descubrir el pasado siglo fue que los pensamientos, los simples pensamientos, son tan poderosos como las pilas eléctricas, tan beneficiosos para uno como la luz del sol, o tan perjudiciales como el mismo veneno. Así pues, permitir que penetre en la mente un pensamiento triste o negativo es tan peligroso como dejar que entre en el cuerpo un microbio de escarlatina. Y si se permite que allí se quede una vez dentro, es posible que no nos podamos deshacer de él en la vida......Cosas mucho más extraordinarias le pueden suceder a quien, cuando le viene a la mente un pensamiento desagradable o descorazonador, tiene el buen juicio de acordarse a tiempo y expulsarlo, poniendo en su lugar otro pensamiento grato y decididamente valeroso; y es que no puede haber dos cosas en un mismo lugar: Donde haya una rosa, hijo mío, no crecerán villanos. "
Frances Hodgson Burnett, El jardín secreto
San Isidro, 7 de marzo de 2009. EH.
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